Más de 1.000 máquinas mineras de bitcoins han sido destruidas en Malasia. Este evento ocurrió después de que las autoridades confiscaban estos dispositivos debido a su uso ilegal de electricidad robada para extraer criptomonedas. La operación fue llevada a cabo en la ciudad de Miri, ubicada en la costa noroeste de la isla de Borneo. Las máquinas mineras, que estaban valoradas en aproximadamente 1,26 millones de dólares, fueron pisoteadas con una apisonadora durante un acto público que pretendía enviar un mensaje fuerte contra la minería de criptomonedas ilegal.
Acciones gubernamentales contra la minería ilegal
Según el jefe de policía de Miri, ACP Hakemal Hawari, un total de 1,069 máquinas fueron destruidas en esta acción. Estas incautaciones fueron parte de una amplia operación de colaboración entre la policía local y Sarawak Energy Berhad (SEB), una empresa de energía que se vio afectada por el robo de electricidad.
Las máquinas estaban utilizando electricidad robada, lo que llevó a una pérdida de 8,4 millones de ringgits malasios para la empresa de energía. A raíz de esta operación, ocho personas fueron arrestadas por su implicación en actividades ilegales de minería de bitcoins. De estas, seis han sido acusadas bajo el artículo 379 del Código Penal por robo de electricidad y han enfrentado multas y penas de cárcel, que podrían llegar hasta los 8,000 ringgit y ocho meses de prisión, respectivamente.
Impacto en la comunidad y medio ambiente
El costo económico y social del robo de electricidad a través de la minería ilegal es significativo. Además del valor de los equipos destruidos, las acciones ilegales han provocado apagones frecuentes en la región, afectando no solo a los mineros ilegales, sino también a la población local que depende de un suministro eléctrico confiable.
Las repercusiones del uso de conexiones ilegales al suministro eléctrico han sido severas. En 2021, como resultado de estas prácticas, tres casas fueron arrasadas debido a explosiones y disparos eléctricos. Estas advertencias de la policía y de las empresas de energía destacan la necesidad de una regulación más estricta y de un esfuerzo colectivo para detener la minería de criptomonedas sin las licencias y el cumplimiento adecuados.
Personal de SEB, junto con la policía, han compartido su preocupación, señalando que la minería ilegal de bitcoins no sólo causa pérdidas económicas, sino que también involucra un riesgo considerable de seguridad pública. “Se necesita un enfoque más proactivo para abordar la situación y garantizar que la electricidad se utilice de manera responsable”, manifestaron las autoridades.
La reacción de la comunidad
Este acto de destrucción ha generado una mezcla de reacciones en la comunidad. Muchos apoyan la decisión del gobierno, viendo esto como una medida necesaria para proteger los intereses de la comunidad y la economía local. “Es un claro mensaje de que las leyes deben respetarse y de que las actividades ilegales no serán toleradas”, afirmó uno de los residentes locales.
Sin embargo, otros pueden ver las acciones de las autoridades como una conocida lucha entre la innovación tecnológica y la regulación. A pesar de que la minería de bitcoins representa oportunidades de ingresos y creación de empleo, sus consecuencias legales y sociales están llevando a un debate más amplio sobre el futuro de las tecnologías de criptomonedas en Malasia.
Medios de comunicación y reportes
El periódico local Dayakdaily publicó un video impactante que mostraba la demolición de las máquinas mineras, generando gran interés mediático y debate sobre el futuro de la minería de criptomonedas en la región. Este evento es un recordatorio sobre la lucha en curso entre el avance tecnológico y la necesidad de asegurar que tales tecnologías se utilicen de manera que beneficien a la comunidad sin comprometer la seguridad y el bienestar.
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