Recientemente, la situación sanitaria en Israel ha provocado un intenso debate sobre la necesidad de implementar nuevas medidas para combatir el aumento de infecciones por COVID-19. El ministro de Salud, Nitzan Horowitz, ha detallado que no presionará al gobierno para cerrar el aeropuerto Ben-Gurion. Esta declaración se produce después de que surgieran informes sugiriendo que las autoridades consideraban cerrar el aeropuerto debido a la creciente tasa de infecciones.
Declaraciones del Ministro de Salud
Horowitz compartió sus comentarios con otros ministros, afirmando que no era necesario un cierre del aeropuerto por el momento. Su postura se apoya en el hecho de que más de 800 nuevos casos de COVID-19 fueron confirmados solo el domingo anterior, aumentando el total de casos activos en el país a casi 7,000. Además, el ministro hizo referencia a la mutación Delta como un principal culpable en el aumento de casos.
Reacciones y consecuencias posibles
La posibilidad de un cierre de aeropuerto ha llevado a muchas reacciones, incluyendo la preocupación por el pánico que podría provocarse entre los israelíes actualmente en el extranjero. Las discusiones en torno a este tema también incluyen a la ministra de Economía y altos funcionarios del Ministerio de Salud.
- Más de 800 nuevos casos: La cifra reportada resalta la urgencia de tomar medidas efectivas.
- El efecto de la variante Delta: Se culpa a esta mutación por el reciente aumento de infecciones.
- Impacto en la población expatriada: El cierre del aeropuerto podría desestabilizar a muchos israelíes en el extranjero.
Opiniones de expertos médicos
Galia Rahav, directora de la unidad de enfermedades infecciosas en el Centro Médico Sheba, expresó su postura diciendo que no considera necesario el cierre del aeropuerto. Ella indicó que las autoridades deben enfocarse en verificar a los viajeros al ingreso y que el 90% de las infecciones son propagadas localmente.
Rahav insiste en que limitar los viajes es más efectivo que un cierre total y recomienda verificar a los viajeros que regresan de países con alta incidencia de COVID-19.
Medidas recomendadas
Durante una reciente reunión, Horowitz llegó a la conclusión de que no se están considerando nuevas restricciones, pero el Ministerio de Salud está promoviendo la reintroducción del sistema de certificado de vacunación (Green Pass), que restringiría el acceso a eventos, restaurantes, gimnasios y hoteles solo a aquellos que estén vacunados o que hayan sobrevivido a COVID-19.
Además, a partir del 23 de julio, se espera que el número de países con alta tasa de infección que requieren requisitos de cuarentena aumente, incluyendo naciones como el Reino Unido y Turquía. El desafío actual radica en balancear la gestión de la crisis sanitaria con la estabilidad económica del país, un dilema que enfrentan muchos gobiernos globalmente.
Conclusión
En conclusión, la situación en Israel refleja un enfrentamiento continuo entre la salud pública y la economía. Mientras los ministros continúan debatiendo la mejor forma de proceder, lo cierto es que la vigilancia constante y la estrategia de vacunación serán fundamentales para controlar el aumento de infecciones y asegurar la salud de la población.