Dos leyendas, un legado y la misma pasión: la NBA. Michael Jordan y Kobe Bryant son dos de los mejores jugadores de la historia de la liga, y el 28 de marzo de 2003, la afición disfrutó del último duelo entre estos dos grandes del baloncesto. ¡Hay una anécdota imperdible!
Los Washington Wizards visitaron a Los Lakers de Los Angeles, y el escenario del Staples Center era imponente, digno de un templo de la NBA. En un lado de la cancha estaba Jordan jugando su última temporada, mientras que en el otro lado estaba Kobe en todo el esplendor de ‘Black Mamba’. El respeto, el amor y la admiración entre Jordan y Bryant eran evidentes.
En la cancha, aunque no iban a demostrarlo, el espíritu competitivo de dos leyendas de la NBA se desbordó en una acción memorable del tercer cuarto. Con 36,4 segundos restantes en el reloj, un cambio de marca preparó el escenario para un enfrentamiento épico: Michael vs. Kobe.
La inteligencia y rapidez de Michael anticipó las jugadas de Kobe, y logró forzar una falta ofensiva tras un contacto que dejó a ‘Aire’ en el suelo. El momento fue mágico. Mientras algunos compañeros de los Wizards gritaban instrucciones, Kobe, con su legendario sentido del humor, se inclinó para recoger a Jordan, quien se encontraba en el suelo después de caer, tras el contacto.
Una Última Charla entre Leyendas
“En ese juego, en algún momento, todos sabían que Michael y Kobe iban a jugar uno contra uno. Entonces, Bryant tomó la pelota y limpió la cancha. Todos se prepararon para ver el duelo estelar. Comenzó a picar el balón y, al irse hacia el aro, el defensor de los Wizards fue derribado. El tipo de los Lakers dijo: ‘Todos en el maldito edificio sabían que no ibas a pasar’”, reveló John Cusak, quien estaba en primera fila para presenciar el espectáculo.
Lo que estos dos hombres se dijeron en esa última batalla en la NBA es un vistazo a la profundidad de su respeto mutuo y su competencia feroz. El juego terminó, dejando huellas indelebles en los recuerdos de los fanáticos. Hoy, revivimos esta historia no solo como una crónica deportiva, sino como un homenaje a lo que significaron para el baloncesto mundial.
Michael Jordan y Kobe Bryant no solo hicieron historia; crearon un legado que trasciende el deporte. Su rivalidad se convirtió en una de las narrativas más emocionantes de la NBA y sigue siendo tema de conversación para los amantes del baloncesto en todo el mundo.
El contraste de su estilo de juego, la forma en la que dominaron la liga, los momentos de tensión y la admiración que formaron entre ellos constantemente mantienen viva la emoción que sentía la afición por ver sus enfrentamientos. Lo que compartieron en esos encuentros va más allá de ser competencia; era el reconocimiento de dos grandes que impactaron el juego.
