El 6 de noviembre de 2020, un juez del estado de Georgia desestimó una demanda presentada por la campaña del presidente Donald Trump, lo que marcó un golpe significativo en sus intentos de cuestionar el proceso electoral en este estado.
Esta decisión se añade a una serie de reveses legales para la campaña de Trump en múltiples estados clave, incluyendo Michigan, donde otras demandas han sido igualmente desestimadas. La campaña argumentaba que el proceso electoral carecía de integridad, un reclamo que no ha encontrado fundamento en los tribunales de justicia.
Demandas fallidas en otros estados
La situación se ha vuelto crítica para la campaña de Trump, ya que se enfrenta a múltiples desafíos legales. En Pensilvania, por ejemplo, una reciente victoria le permitió enviar observadores a los sitios de votación, pero no impactó el conteo de votos que sigue adelante.
El abogado de la campaña de Biden, Bob Bauer, criticó las acciones legales de Trump, describiéndolas como «infundadas» y declarando que el propósito de su litigio no es realmente buscar justicia, sino crear confusión sobre el proceso electoral.
Bauer explicó: “Quiero enfatizar que, para sus fines, estas demandas no tienen por qué tener mérito. Ese no es el propósito. Es crear una oportunidad para que envíen un mensaje falso sobre lo que está pasando en el proceso electoral”.
Reacción de los candidatos
Joe Biden, el candidato demócrata, ha instado a continuar contando los votos en todos los estados, afirmando con determinación que “nadie nos va a quitar la democracia, ni ahora ni nunca”. A pesar de estas declaraciones, los partidarios de Trump han exagerado sus acusaciones, insistiendo en que los demócratas intentan «robar las elecciones», pero sin presentar pruebas concluyentes.
Más desafíos en el futuro
Durante una conferencia de prensa, Bill Stepien, el director de campaña de Trump, expresó que el presidente se estaba durmiendo cada noche con una ventaja en las votaciones; sin embargo, mencionó que cada noche surgían nuevos votos de manera «misteriosa». Jason Miller, portavoz de la campaña Trump, adelantó que se planifican más acciones legales para asegurar que los funcionarios de la campaña tengan acceso a los puntos donde se cuentan los votos.
Miller subrayó: “Literalmente revisaremos todas y cada una de las papeletas”, especialmente en Nevada, un estado disputado donde el resultado ha sido objeto de controversia. También se anticipa un recuento en Wisconsin, alegando irregularidades en varios condados.
El caso de Georgia
En Georgia, la demanda se centró en 53 boletas ausentes en el condado de Chatham, que finalmente fueron desestimadas por un juez. Los funcionarios electorales confirmaron que todas estas boletas se entregaron a tiempo. Sin embargo, la campaña de Trump había contemplado seguir desafiando resultados en otros condados.
Los eventos en Georgia reflejan un panorama complicado donde los intentos de cuestionar la legitimidad del proceso electoral han encontrado obstáculos en el sistema judicial.
Esta situación plantea serias preguntas sobre el futuro de la política estadounidense y la confianza pública en el proceso electoral. A lo largo de la historia, la estabilidad democrática ha sido esencial, y el clima actual requiere de una evaluación cuidadosa y medidas que fortalezcan la integridad del voto.
Las elecciones de 2020 no solo son un tema candente, sino que también son un recordatorio de cómo cada decisión judicial puede tener implicaciones significativas para la democracia y el futuro político del país.