Un terremoto de magnitud 6,6 sacudió el suroeste y el oeste de Japón la madrugada del sábado, hiriendo a más de 10 en medio de fuertes temblores, pero no se desencadenaron olas de tsunami, dijeron funcionarios de la agencia meteorológica y las autoridades locales.

El terremoto debajo del Océano Pacífico se concentró en un área frente a la costa de Japón donde se predice que en el futuro podría ocurrir un terremoto masivo y el tsunami resultante. El sismo del sábado tuvo una magnitud inferior a 6,8, la norma del gobierno para realizar una reunión extraordinaria de expertos para evaluar un sismo.

La Agencia Meteorológica de Japón dijo que discutiría si el último terremoto estuvo relacionado de alguna manera con el pronosticado en una reunión mensual regular.

El sismo ocurrió alrededor de la 1:08 a.m. con foco a una profundidad de 45 kilómetros, registrando un 5 superior en la escala japonesa de intensidad sísmica de 7 en las prefecturas de Miyazaki y Oita en la isla principal de Kyushu, en el suroeste del país. dijo la agencia.

A una intensidad superior a 5, a muchas personas les resulta difícil moverse y caminar sin aferrarse a algo estable.

La agencia revisó la magnitud del sismo hasta 6,6 desde una estimación inicial de 6,4. También advirtió que podría ocurrir otro terremoto con un nivel similar de sacudidas en las áreas más afectadas dentro de la próxima semana.

Luego del fuerte sismo, varios temblores de menor escala ocurrieron esporádicamente en la zona.

La foto muestra una pared derrumbada frente a una casa en Oita el 22 de enero de 2022 luego de un terremoto de magnitud 6.6 que sacudió el suroeste y el oeste de Japón. (Kiodo)

En Oita, seis personas resultaron heridas, la mayoría leves, según las autoridades locales. En Miyazaki, la policía confirmó cuatro heridos, incluida una mujer de unos 50 años que se cayó de la cama.

También se reportaron heridos en las prefecturas de Saga y Kumamoto en Kyushu.

Se produjo un corte temporal de energía en Oita después del terremoto. Se reportaron roturas de cañerías de agua en varios sitios en la ciudad de Oita.

En una casa de la ciudad, un muro de piedra de 2 metros de altura que rodeaba un jardín se derrumbó unos 20 metros, esparciendo escombros sobre una vía. «Me sorprendió cuando me desperté por la mañana y salí. Me meteré en problemas si las reparaciones son caras», dijo un hombre de 94 años que vive en la casa.

En Nobeoka, Miyazaki, un empleado de una tienda de conveniencia estaba ocupado limpiando botellas de licor rotas y productos que se habían caído de los estantes. «La sacudida del terremoto fue tan aterradora. Temo que vuelva a suceder», dijo.

No hubo anormalidades en la operación de las plantas de energía nuclear en la región de Kyushu, dijo Kyushu Electric Power Co.

Tras el terremoto, el gobierno estableció una oficina de enlace en la oficina del Primer Ministro para recopilar información y evaluar los daños.

El terremoto también se sintió en una gran área del oeste de Japón, así como en parte del centro de Japón.

El gobierno japonés estima que hasta 320.000 personas podrían morir en caso de un tsunami desencadenado por un enorme terremoto similar a una trinchera a lo largo del Nankai Trough que se extiende desde el oeste hasta el centro de Japón.

En la fosa de Nankai, se han producido terremotos de magnitud 8 a intervalos regulares a lo largo de los siglos, y el comité de investigación de terremotos del gobierno dice que hay un 90 por ciento de posibilidades de que ocurra un terremoto de magnitud 8,0 a 9,0 en los próximos 40 años.